Cuando nace un hombre todos los animales se alegran
Date: 1949
Medium: Lithograph
Dimensions (cm.): 39.0 x 42.7
Alternate titles: Unknown
Published edition: Unknown
Contemporary publication: Unknown
References: Exposición de Homenaje 541
Selected additional references (illustrated): Academia de Artes 1970, cat. 541.
Commentary: This print,“Cuando nace un hombre todos los animales se alegran,” Cuautla 1945 (“When a Man is Born All the Animals Rejoice,” Cuautla 1945), was intended as a New Year’s card, in line with the custom of the members of the TGP to produce cards for sale each December during the 1940s and ‘50s. Mariana Yampolsky remembered seeing Méndez make this print, and she recalls that the image equated human birth with the birth of the new year. The print portrays a dilapidated village in the state of Morelos, where a woman has given birth in a small adobe house. The house is open to view, revealing a kind of nativity scene: an iron bedstead, a mother with a baby, a midwife, and religious pictures on the walls. Outside, crows perch on cornstalks with ears of dried corn. Three large coscomates, round thatched granaries used for storing corn, frame the village in a triangular composition. In keeping with Méndez’s increasing versatility and ability to adapt his style to his purposes, this print is very different from his other images. He depicted the house where the birth has taken place with a cut-away device common to portrayals of the stable in Renaissance nativity scenes. The village is filled with odd, complicated details, reminiscent of Bruegel’s Netherlandish Proverbs. Several peculiar scenes of thievery take place: a cat with a chicken in its mouth emerges from the window of the upper story of a house; across the road a fox jumps out of a window with a bone in its mouth; and around the side of that house, by one of the granaries, a dog dressed as a person in a hat, looking like a caricature of a thief, fills a bag with corn that pours out of a hole in the coscomate, loading it onto a horse. Méndez has included an anti-clerical statement in this image, as two sinister, owl-faced figures, dressed in long robes, stand poised to enter the house where the birth has taken place. The taller of the two is dressed as a priest, holding a stole with a cross on it over his arm, and the smaller figure is dressed like an altar boy. The whole village is in a state of disrepair, but human efforts to maintain life are also in evidence. While the animals, including the priest, steal from the humans, the people are working hard; a man loads corn into the top of the coscomate and another person disappears around a corner carrying a heavy load of harvested cornstalks. The meaning of the print is ambiguous. The year in the title, 1945, corresponds to the end of the war, but Méndez signed his initials and put the date as 1949. The image seems to say that humans are born into the natural world, and provide the food for themselves and the animals around them, but the hopeful symbolism of the print is contradicted by the oddly desolate quality of the cornstalks, the crows and the surreal images of animals in human guise. As a whole, the dark humor of the print points to both the poverty and the endurance of Mexican village life. (Deborah Caplow)
Comentario: La imagen, de 1949, expresa la idea del renacimiento, simbolizado por la cosecha de fin de año. Este grabado fue concebido como tarjeta de Año Nuevo, de acuerdo con la costumbre de los miembros del TGP de producir tarjetas para vender cada diciembre durante los años cuarenta y cincuenta. Mariana Yampolsky recordaba haber visto a Méndez hacer este grabado, y recuerda que la imagen equiparaba el nacimiento humano con el nacimiento del nuevo año. El grabado retrata un pueblo desmoronado del estado de Morelos, donde una mujer ha dado a luz en una pequeña casa de adobe. La casa está abierta a la vista, mostrando una especie de belén: un somier de hierro, una madre con un bebé, una comadrona y cuadros religiosos en las paredes. En el exterior, los cuervos se posan sobre mazorcas con espigas secas. Tres grandes coscomates, graneros redondos de paja utilizados para almacenar maíz, enmarcan el pueblo en una composición triangular. En consonancia con la creciente versatilidad y capacidad de Méndez para adaptar su estilo a sus propósitos, este grabado es muy diferente de sus otras imágenes. Ha representado la casa donde ha tenido lugar el nacimiento con un recurso de recorte habitual en las representaciones del establo en los belenes renacentistas. El pueblo está lleno de detalles extraños y complicados, que recuerdan a los Proverbios neerlandeses de Bruegel. Se suceden varias escenas peculiares de robo: Se suceden varias escenas peculiares de robo: un gato con un pollo en la boca emerge por la ventana del piso superior de una casa; al otro lado de la calle, un zorro salta por una ventana con un hueso en la boca; y en el lateral de esa casa, junto a uno de los graneros, un perro disfrazado de persona con sombrero, con aspecto de caricatura de ladrón, llena un saco de maíz que sale por un agujero del coscomate, cargándolo sobre un caballo. Méndez ha incluido una declaración anticlerical en esta imagen, ya que dos siniestras figuras con cara de búho, vestidas con largas túnicas, se disponen a entrar en la casa donde ha tenido lugar el nacimiento. El más alto de los dos va vestido de sacerdote, con una estola con una cruz sobre el brazo, y el más pequeño va vestido de monaguillo. Todo el pueblo está en mal estado, pero también se aprecian los esfuerzos humanos por mantener la vida. Mientras los animales, incluido el sacerdote, roban a los humanos, la gente trabaja duro; un hombre carga maíz en la parte superior del coscomate y otra persona desaparece por una esquina llevando una pesada carga de tallos de maíz cosechados. El significado de la imagen es ambiguo. El año del título, 1945, corresponde al final de la guerra, pero Méndez firmó con sus iniciales y puso la fecha 1949. La pieza parece decir que los seres humanos nacen en la naturaleza y se alimentan a sí mismos y a los animales que les rodean, pero el simbolismo esperanzador de la estampa se contradice con la extraña desolación de los tallos de maíz, los cuervos, y las imágenes surrealistas de animales disfrazados de humanos. En conjunto, el humor negro del grabado apunta tanto a la pobreza como a la resistencia de la vida en los pueblos mexicanos. (Deborah Caplow)
Catalogue record number: 293