La venganza de los pueblos

Date:  1942

Medium: Linocut

Dimensions (cm.): 25.4 x 20.3

Alternate titles: La venganza del pueblo; Venganza del pueblo (Yugoslavia); Venganza; Homenaje al heroico ejército de Yugoslavia; Homenaje al Heróico Ejército de Guerilleros Yugoeslavo; Los pueblos libres se levantan contra el fascismo

Published edition: 

Contemporary publication

References: Academia de Artes 1881; Exposición de Homenaje 437 (illus.); Méndez INBA 72; Prignitz  271, 1385, 1765

Commentary: La venganza de los pueblos (The Vengeance of the People), also called Homenaje al heróico ejército de guerilleros yugoeslavos (Homage to the Heroic Army of Yugoslavian Guerrillas), honors the resistance of the people of Yugoslavia during the German invasion of 1941 and the subsequent German occupation. Published in El libro negro del terror nazi en Europa, the print accompanied essays on the German occupation of the Balkan countries, placed at the beginning of an article called “Resistance and Treason in the Balkans” by Erich Jungmann. The print was also used on the covers of the publications Freies Deutschland and Tricolor. Méndez portrayed the aggressors as small and despicable: a distorted Hitler, his body covered in wolf-like hairs, clutches naked babies in both claw-like hands, cowering before the axe of a Yugoslav peasant. Similarly cringing and hirsute, Mussolini and Hirohito huddle behind Hitler, while the giant figure of the axe-bearer emerges from a burning town that is visible through his translucent leg and foot. An army of peasants and soldiers backs him up, wielding an assortment of weapons, including guns, swords and sickles. Méndez portrayed the single enormous individual as a metonymic representation of the masses in resistance. La venganza de los pueblos is reminiscent of Kollwitz’s Revolt, which also has a large figure leading a crowd of peasants; it also contains echoes of Goya’s Colossus. (Deborah Caplow


Comentario: La venganza de los pueblos, también llamado Homenaje al heróico ejército de guerrilleros yugoeslavos, rinde homenaje a la resistencia del pueblo de Yugoslavia durante la invasión alemana de 1941 y la posterior ocupación alemana. Publicado en El libro negro del terror nazi en Europa, el grabado acompañaba ensayos sobre la ocupación alemana de los países balcánicos, colocado al principio de un artículo titulado “Resistencia y traición en los Balcanes”, de Erich Jungmann. El grabado también se utilizó en las portadas de las publicaciones Freies Deutschland y Tricolor. Méndez retrataba a los agresores como seres pequeños y despreciables: un Hitler distorsionado, con el cuerpo cubierto de pelos de lobo, agarra a bebés desnudos con sus dos manos en forma de garra y se encoge ante el hacha de un campesino yugoslavo. Igualmente encogidos e hirsutos, Mussolini e Hirohito se acurrucan detrás de Hitler, mientras la gigantesca figura del portador del hacha emerge de una ciudad en llamas, visible a través de su pierna y su pie translúcidos. Un ejército de campesinos y soldados le apoya, empuñando un surtido de armas, entre ellas pistolas, espadas y hoces. Méndez retrata al enorme individuo como representación metonímica de las masas en resistencia. La venganza de los pueblos recuerda a La revuelta de Kollwitz, en la que también aparece una figura de gran tamaño al frente de una multitud de campesinos; también contiene ecos del Coloso de Goya. (Deborah Caplow)

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